Santa María del Mar, en Barcelona es la única iglesia de estilo gótico catalán puro. Su cronología de 1329 a 1384 nos traslada al período gótico, en concreto al período gótico mediterráneo del siglo XIV. Esta fábrica fue dirigida por Berenguer de Montagut y era el templo de los armadores y mercaderes de Barcelona.
La planta de salón o iglesia de salón es de tres naves casi de la misma altura, con gruesas y altísimas columnas. La iglesia de salón (hallenkirche) es un tipo de construcción caracterizada porque su planta es rectangular y las naves de la obra tienen la misma altura. Este tipo de iglesia fue desarrollada durante el gótico europeo en Alemania. En España se introdujo a partir del siglo XIV con gran difusión en las zonas mediterráneas de Levante, Cataluña y Baleares.
Posee una nave central más amplia que sus laterales y numerosas capillas entre los contrafuertes que le otorgan un aspecto diáfano. La cabecera posee una girola con corona de capillas poligonales.
El alzado está realizado en sillares con arcos alancetados, muy agudos, y claristorio escasamente calado. Se apoya en el muro, los contrafuertes se encuentran entre las capillas y tiene esbeltos pilares poligonales donde no aparecen baquetones desde su capitel. Destacamos la importancia de su escasa diferencia de altura entre las naves laterales y la central más ancha.
La cubierta está integramente resuelta con bóvedas de crucería barlongas; sencilla de planta rectangular alargada, de gran vuelo las centrales.
La girola con corona de capillas poligonales se adapta al espacio trapezoidal mientras que en la capilla de la cabecera es radial.
La decoración es muy escasa, apenas percibimos obstáculos visuales frente a lo decorativo.
Todas estas características vistas en Santa María del Mar son comunes dentro de la corriente del gótico más meridional desarrollado en Italia, Santa María Novella o Santa María dei Fiore, en el sur de Francia, Jacobinos de Toulouse o la Catedral de Albi, y en la Corona de Aragón, Catedrales de Barcelona, Valencia o Gerona e iglesias como Santa María del Pi o la Seo Zaragozana. Se aprecian claras diferencias con el gótico desarrollado en el norte de Europa, en su escasa altura y búsqueda de lo diáfano, en sus muros que no es necesario rasgarlos como era habitual en el gótico francés como Amiens o León, debido al clima, y para conseguir un grado de luminosidad semejante, que identifica a Dios con la luz, según el neoplatonismo y a la propia catedral como una nueva Jerusalén Celeste. Al no necesitar tantos vanos todo el sistema de sujeción de arbotantes y pináculos del gótico clásico son innecesarios.
La portada nos muestra a un Cristo sedente enseñando las llagas rodeado por la Virgen María y por San Juan Bautista en el tímpano, arco apuntado abocinado con sendas esculturas sobre peana de San Pedro y San Pablo en los laterales. Destacar el rosetón de estilo gótico flamígero del siglo XV.
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| Gárgolas de los contrafuertes |
- Todas las fotografías son de Fran Canoura
